Por envio de La Primera
“Con multitudinaria movilización, jóvenes logran que gobierno colombiano evalúe suspensión de reforma universitaria."
“Para marchar nos sobran los motivos”,
El gobierno de Colombia se vio obligado ayer a anunciar que evaluará el retiro del proyecto de ley de reforma universitaria, luego que más de 20 mil universitarios marcharan pacíficamente por las calles de Bogotá, una de las mayores concentraciones en los casi 30 días que lleva la jornada de protesta.
La ministra de Educación de Colombia, María Fernanda Campo, ratificó el compromiso del Gobierno de retirar el próximo martes la ley que pretendía reformar la Educación y aseguró que el Ejecutivo iniciará las negociaciones con las asociaciones de estudiantes para realizar una propuesta común.
“Desde el Gobierno nacional ofrecemos todas las garantías para conformar la mesa de diálogo donde participen los actores del sector, esperamos que la próxima semana esté normalizada la actividad académica en todas las universidades públicas del país”, ha indicado Campo, al instar a los estudiantes a reanudar las clases, tras tres semanas de protestas.
“Desde el Gobierno nacional ofrecemos todas las garantías para conformar la mesa de diálogo donde participen los actores del sector, esperamos que la próxima semana esté normalizada la actividad académica en todas las universidades públicas del país”, ha indicado Campo, al instar a los estudiantes a reanudar las clases, tras tres semanas de protestas.
Además, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, condicionó la retirada del proyecto de educación a que los estudiantes regresen a clase, antes del próximo martes.
Por su parte, los líderes del paro estudiantil anunciaron que mantendrán la marcha pese a la oferta del gobierno porque dijeron que “la manifestación democrática es un derecho consagrado en la Constitución”.
“Para marchar nos sobran los motivos”, dijo Sergio Fernández, uno de los voceros de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (Mane), que agrupa representaciones de alumnos de las distintas universidades públicas y privadas y que coordina la protesta.
Hay que considerar que el gobierno colombiano es derechista, a diferencia del peruano que en forma antidemocrática suspenden el diálogo con los cajamarquinos, por el problema del Conga, sólo porque sus dirigentes pidieron plazo de 24 horas para consultar a sus bases la suspensión de sus medidas de lucha, que es lo correcto en las organizaciones democráticas y, fascistoidemente suspenden las garantías al más puro estilo antidemocrático y dictatorial, que ni el personalista gobierno derechista de Alan García lo hizo.
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